En un 2018 signado por la crisis económica, que no se haya detenido la agenda empresaria de la sostenibilidad es una buena noticia. Pero hay mucho más. Orientada por los ODS y por las demandas de sus públicos, la gestión sostenible gana terreno en el manejo de las firmas y en múltiples sectores de la economía. Otro de los impactos positivos de este año fue la presidencia argentina del G20, que hizo eco a nivel local de la agenda global de sustentabilidad de vanguardia. “Este proceso y su continuidad, eleva la vara respecto de la gestión sustentable de las compañías y sin marcha atrás”, dice Sebastián Bigorito, director de CEADS. La expectativa de llegar a la OCDE también colabora en la adecuación de la gestión local de la sustentabilidad, ya que implica para el gobierno adecuar su normativa y regulación y para los privados fijar nuevos estándares en materia de gestión ambiental, transparencia, derechos humanos y cadenas de valor, entre otros.
Reducir el desperdicio de alimentos. Adoptar la perspectiva de género. Comprometerse con oportunidades de trabajo inclusivo y de formación para las demandas del nuevo mercado laboral. Involucrarse en prácticas de economía circular y sumar a la cadena de valor. Apostar por las finanzas inclusivas. Lograr nuevas certificaciones. Buscar soluciones de acceso al agua segura. Pero también trabajar alianzas y definir indicadores concretos que permitan medir la gestión a la vez que diseñar acciones. Diseñar alianzas público-privadas para lograr un mayor impacto. Todo forma parte de lo que distintas empresas pusieron en práctica en 2018 y profundizarán el año próximo.
Entre los temas más destacados se encuentran:
TRABAJO INCLUSIVO
El sector de selección de personal se mostró muy activo desde diferentes mesas de trabajo, grupos de interés, cámaras y en articulación con el sector público. Pero dadas las estadísticas de desempleo crecientes, queda mucho por hacer. Visibilizar las necesidades que padecen los grupos de mayor vulnerabilidad y darles herramientas para la inserción laboral resulta fundamental en las estrategias empresarias.
En 2019, especialmente las empresas de selección de personal deberán ahondar su rol frente a los desafíos del mundo del trabajo y el impacto creciente de la tecnología para poner a disposición de las personas, en especial de las que se encuentran en desventaja, oportunidades de aprendizaje y formación.
ECONOMÍA CIRCULAR
Avanzando hacia una economía circular, el desafío de la industria de consumo masivo es trabajar de forma articulada con todos los sectores- público y privado- para avanzar en una nueva economía del plástico.
El control y disminución del desperdicio de alimentos es un cuestión clave en materia de economía circular asi como también la Agricultura Sustentable, Packaging Circular, Agua, Cambio Climático, Energía Renovable y Cadena de Valor.
FINANZAS INCLUSIVAS
Con un rol fundamental para impulsar el desarrollo económico del país, la banca hizo foco en emprendedorismo, programas de inclusión financiera, bancarización. Las cifras de lo que falta son elocuentes: más del 51% de los argentinos no tiene cuenta bancaria, casi el 70% no tuvo ningún tipo de ahorro y el 58% no posee tarjeta de débito, según Global Findex 2017, Banco Mundial.
Es vital ofrecer y desarrollar productos y servicios innovadores que satisfagan los nuevos requerimientos del contexto y que contribuyan al desarrollo social y el cuidado ambiental, afirman desde el sector bancario.
Los programas de Educación Financiera implementados este año continuarán siendo foco para el año entrante.
Otras cuatro áreas claves para la gestión sustentable son: gobernanza y compliance, financiamiento responsable, cadena de valor transparente e impacto ambiental de las operaciones.
Ir por más: desafiar el modelo de negocios poder pensar el futuro
Si se trata de hacer un balance de la agenda de Sustentabilidad, Alberto Willi, profesor del IAE y consultor en RSE y Sustentabilidad, reconoce que “por lo menos, no se discute más la sustentabilidad sino qué se hace, lo cual implica que ya se ha recorrido un camino. La Argentina está cruzada por una crisis y eso no detuvo la agenda; esto es positivo”. En el haber está la consolidación de la gestión alrededor de los ODS que generó consenso desde hace unos años y los reportes que ayudaron a consolidar un lenguaje común; en el debe, que no hay demasiadas sorpresas. “En un año marcado por la crisis económica, creo que las empresas perdieron su rol de responsabilidad frente a la pobreza; la crisis de los cuadernos también fue como un mazazo, que cuestionó a muchas firmas”, dice. ¿Qué es lo que debería venir? Para el especialista, las compañías deben animarse a desafiar sus modelos de negocios, establecer alianzas con nuevos tipos de empresas u ONGS y hacerse cargo de los problemas complejos o persistentes que son por definición la pobreza o el cambio climático. “Están faltando alianzas y el trabajo sectorial. La agenda de la sustentabilidad es de largo plazo y en una Argentina atravesada siempre por la crisis de corto plazo, se tienden a soltar los objetivos de largo aliento. No hay resto”, dice. Sin embargo, hay que poder pensar el futuro. Para Willi, uno de los errores recurrentes en las empresas es que se enamoran de sus programas, en vez de enfrentar sus problemas. “Por atarse a un programa, se olvidan de lo que quieren solucionar. Ahí creo que hay que dar un salto cualitativo y cambiar de paradigma”, termina
Alineados a los ODS
“Ahora sí podemos afirmar que este año las empresas integraron los ODS en las estrategias corporativas”, afirma a modo de balance Sebastián Bigorito, director ejecutivo del CEADS -Consejo Empresario Argentino de Desarrollo Sostenible. Luego de 3 años de hacer rodar el programa “Conectando empresas con los ODS”, 70% de las empresas miembro participan del mismo lo que significa que priorizan los Objetivos de Desarrollo Sostenible relevantes para la compañía, como también la conexión de una o más acciones concretas con las metas de los ODS. También se observa una evolución en el uso de Indicadores: si en 2016 un 50% de iniciativas corporativas sobre ODS eran comunicadas en la plataforma www.ods.ceads.org.ar con métricas adecuadas, en 2018 se llegó a 94%. Talleres específicos sobre indicadores y capacitaciones in company ayudaron a incorporar este criterio a la gestión de la sustentabilidad en las compañías. “Lo que queda: pasar de indicadores de gestión a indicadores de resultado o de impacto, ya que hoy solo un 30% de ese grupo utiliza ese tipo de indicadores”, dice el ejecutivo. Y como el camino hasta los ODS se concreta en dos niveles, empresa y sector productivo, en 2019, apuntarán a trabajar con industrias con una nueva herramienta, “Hojas de Ruta Sectoriales”. “Las empresas contarán con una referencia de orden superior, para que los impactos de sus programas también sumen a un colectivo sectorial, y poder así demostrar el “business case” de la contribución de una determinada industria a la agenda de desarrollo más moderna e integral de la historia, como lo es la Agenda 2030 y sus ODS”, cuenta Bigorito.
Fuente: elcronista.com.
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