Hace 47 años que la empresa Fexa de Rosario se dedica a la fabricación de perfiles de aluminio para sistemas de carpintería de baja, media y alta prestación, con estrictos controles de calidad y premisas claras de sostenibilidad.
En 2007, decidieron dar un paso más y crear un proyecto de alto impacto social. Así surgió “Perfiles de Vida”, que consiste en la donación de carpinterías para dictar cursos de formación en oficios a personas desempleadas.
Carpinterías escuela: formar, emplear y donar
“Veníamos haciendo acciones aisladas pero decidimos tener un proyecto fuerte y unificado, basado en la formación en oficios. Empezamos donando íntegramente una carpintería escuela al colegio San José para que pudieran capacitarse en el oficio de carpintería de aluminio personas en estado de vulnerabilidad o desempleadas”, expresó la Lic. Erika Pasero Proske, gerente de Marketing de Fexa.
La característica de estos cursos es que no se trabaja con modelos a escala, sino reales, para luego ser donados: “Tomamos pliegos de escuelas públicas, clubes barriales, merenderos, hogares de tránsito que necesiten aberturas y no puedan pagarla. Nos pasan la necesidad, vamos al lugar, recabamos datos y si amerita que entren en el proyecto, mediante nuestras carpinterías escuela les fabricamos y donamos las aberturas”, contó la gerente.
En un inicio, los cursos tenían una duración de 3 meses y cupos de 20 personas, por el nivel de dedicación práctica que requieren: “Cada vez que abríamos la inscripción se anotaban 150 personas, siempre estábamos sobrepasados de gente. Veíamos esa necesidad primero porque no había cursos de este tipo y además porque la inversión para ponerte tu propio negocio como carpintero de aluminio es muy baja. Podés comprarte una máquina usada y empezar a trabajar”, detalló.
Además de brindar una oportunidad de formación, los cursos cubren una demanda del mercado laboral: “Nuestros mismos clientes nos pedían auxiliares que ya tuvieran conocimientos y no encontraban. Creando este proyecto solucionamos mucho la necesidad de formar en oficios, y de complementar la capacitación técnica. Los que no empleaban nuestros clientes en una bolsa de trabajo, terminaban asociándose a un compañero de curso y haciendo un microemprendimiento”.
Carpintería móvil: la expansión
El proyecto fue creciendo, no solo tenían la demanda en Rosario sino que empezaron a llamarlos de otros lugares donde Fexa vende, para pedirles que pusieran una carpintería escuela o que fueran a enseñar allá: “Las poblaciones vulnerables tienen mucha necesidad de formarse en oficios. Entonces empezamos a ver la manera de tener una carpintería móvil. Ya no era con ese curso de 3 meses, pero sí empezamos a dar cursos básicos intensivos de 2 o 3 días”, contó Pasero Proske.
Para ello tuvieron que transportar todas las máquinas a un lugar y gestionaron los cursos a través de oficinas de empleos de las distintas Municipalidades: “Les pedimos tres cosas: un lugar físico seguro, que hagan la convocatoria con su base de datos y que les den un desayuno antes de empezar las clases. Nosotros ponemos los docentes, las máquinas y los perfiles”, detalló.
Además, se comunicaron con fundaciones de la zona para que luego se encarguen de donar las aberturas en su localidad: “No solo los estamos ayudando sino que ellos ayudan a su comunidad. Llegamos a más de 300 instituciones de todo el país”, agregó.
Mujeres de aluminio
Unos años después decidieron mudar la carpintería de la escuela San José al Centro Educativo de Capacitación Laboral para Adultos (CECLA) ubicado en Grandoli y Bv. Segui, una zona muy vulnerable de Rosario: “Decidimos eso porque notamos que a la población de los barrios les resulta muy difícil movilizarse al centro”, contó.
Les sucedió lo mismo con unas carpinterías intensivas que brindaron a mujeres del barrio Villa Banana junto a la Municipalidad de Rosario en la sede de Maipú y Córdoba: “Uno de los temas era cómo llegar a ese lugar. Salir del barrio para ellos no es fácil. Por eso implementamos junto con la Bolsa de Comercio, que ya tenía trabajo en territorio, toda la logística y seguimiento. Esa capacitación fue un éxito y de las 15 mujeres que lo hicieron , 5 consiguieron empleo estable, registrado”.
Desde Fexa comenzaron a trabajar en perspectiva de género para promover la inserción laboral de mujeres a la industria: “Una de las cosas que detectamos es que en la mayoría de los cursos no se anotaban mujeres porque el oficio estaba asociado al hombre, por cuestiones culturales. Iniciamos con un proyecto chiquito para conmemorar el mes de la mujer en marzo, hicimos una carpintería exclusiva para mujeres y fue un éxito, consiguieron empleo más rápido que los hombres”.
En marzo tienen proyectados 5 cursos para mujeres, uno por semana: “Los únicos oficios que ofrecen las Municipalidades a las mujeres son peluquería, manicuría, costura. Tenemos una concurrencia enorme a nuestros talleres. Desde 2017 la docente principal de los cursos es una mujer, que da todas las carpinterías, de hombres y mujeres”, contó.
En lo referente a Fexa desde adentro, en 2018 casi no tenían mujeres trabajando en su planta: “Nunca especificamos el género en las búsquedas, pero siempre se postulaban hombres. Hablamos con RRHH para hacer búsquedas direccionadas poniendo explícitamente ´buscamos operarias para industria metalúrgica´ y ahí sí cambió la variable y empezaron a presentarse mujeres. En 2021 el 3 % de ingresos eran mujeres en la parte administrativa, en 2022 el 35 % de ingresos fue mujeres en planta. Pero para esto hubo que hacer talleres de sensibilización, se pusieron vestuarios. Fue altamente positivo para el clima interno”, comentó la gerente.
Camino de reconocimiento
El área técnica de Fexa es la encargada de dar los cursos y lo hacen con mucho gusto: “Es muy gratificante ver cómo la gente puede superarse, aprender y cambiar una realidad. Nos llaman, nos piden consejos, siguen capacitándose, compran más maquinaria y van creciendo con nosotros”.
Si bien para Fexa este proyecto es una inversión muy grande, entienden que la responsabilidad social empresaria no como una opción sino como el camino que tienen que tener todas las empresas: “Esto nos une como colaboradores. Todos los que trabajamos en Fexa estamos orgullosos de tener este proyecto que es tan grande y multipremiado por la transparencia que tiene, la cantidad de gente que abarca, lo que ayuda. Nos aporta mucho internamente y a la vez nos da mucha visibilidad externamente”.
El proyecto creció hacia distintas localidades del país y este año tienen proyectado ampliarse aún más. Les otorgaron muchas distinciones a nivel municipal, provincial y nacional, y destacan el premio Clarín que ganaron en 2022 fue por este proyecto, donde compitieron con más de 300 pymes de todo el país.
Economía circular
Además de lo social y económico, Fexa se preocupa mucho por lo ambiental, siendo la primera extrusora del país en reciclar aluminio y en considerar eso un valor: “El aluminio se lo conoce como el metal verde, lo podés fundir infinidad de veces sin que pierda ninguna propiedad. La única diferencia con el reciclado es que tiene mucho menos impacto ambiental porque te ahorrás un 95 % de energía en comparación con el proceso primario”, contó la gerente.
Fexa compra scrap en los chatarreros, latas de cerveza, despuntes de perfiles de los carpinteros, ollas, cuadros de bicicleta, restos de autos, desodorantes: “Hay infinidad de cosas de la vida diaria que son de aluminio. Eso se clasifica y se funde, con controles de calidad super exhaustivos”.
Además, todo el papel que se desperdicia se recicla. Lo mismo con el aceite usado que va a una planta que lo transforma en biodiesel: “Tratamos de que todos los materiales que se usen sean reciclados. El tema de ahorro energético ahora cuando instalamos los nuevos hornos y la nueva prensa tuvimos especial cuidado, compramos maquinaria que tuviera bajo impacto ambiental: baja contaminación sonora, energética, emisión de humos, afluentes, transporte, etc. Todo lo medimos en el estudio de impacto huella de carbono y fue lo que se evaluó para darnos el Sello Verde de provincia”.
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